El descenso de Kukulkán
Es 21 de marzo, equinoccio de primavera. El sol inicia su despedida. Es entonces cuando la magia invade la ciudad de Chichén Itzá. Un día clave en el calendario maya que no pasa inadvertido por la Pirámide de Kukulkán. Sinuosamente, la serpiente emplumada repta desde la cima hasta la base. Un momento único, de los que cortan la respiración de los allí presentes. Todo responde a una ilusión óptica diseñada con precisión sobre los muros y ángulos de esta impresionante edificación para conmemorar “el descenso de Kukulkán”. Y es que Kukulkán fue el dios de la agricultura para los mayas, así este fenómeno marca las épocas productivas para cultivar (entre equinoccio de primavera y otoño). Leer más