Sororidad: la solidaridad entre mujeres
Sororidad es un neologismo que se utiliza para referirse a la solidaridad que existe entre mujeres en un contexto de discriminación sexual. La pregunta es inmediata. ¿Es necesaria una palabra para distinguir la fraternidad que se manifiesta exclusivamente entre mujeres?
Fuente imagen Wikipedia: Manifestantes en una marcha de mujeres en Montevideo, 2018
¿Cuál es el origen de la palabra “sororidad”?
La palabra “sororidad” no es tan reciente como parece. En un texto publicado en 1921 en la revista argentina “Caras y Caretas”, Miguel de Unamuno sugiere la necesidad de inventar una palabra que pudiera definir la hermandad femenina. Frente a “fraternidad”, cuya raíz viene de “frater”, hermano, Unamuno propone “sororidad”, que viene del latín “soror”, hermana. Etimológicamente parece que es más exacto definir la solidaridad entre mujeres con la palabra “sororidad”.
El propio Unamuno en su obra “La tía Tula”, publicada también en 1921, refiriéndose a “Antígona”, la tragedia de Sófocles, plantea la necesidad de utilizar una palabra equivalente a “fraternal” para aludir a la solidaridad entre hermanas.
Sin embargo la palabra “sororidad” no ha sido reconocida por la Real Academia de la Lengua Española hasta mucho después, exactamente hasta el 21 de diciembre de 2018. Aunque sí reconocía otras palabras como “sor” (mujer integrante de una orden religiosa), “sóror” (referido a dichas religiosas) y “sororal” (de hermana).
Fuente imagen Unsplash: Dos mujeres hablando durante la marcha de mujeres en Nueva York en 2018
Sororidad, sisterhood, sororité
Si consultamos el Diccionario de americanismos, promovido por la Asociación de Academias de la Lengua Española, “sororidad” se define como “la agrupación que se forma por la amistad y reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo”.
En inglés la palabra “sisterhood” viene utilizándose desde el siglo XIV. Está formada por “sister” (hermana) y el sufijo -hood, que expresa la pertenencia a un grupo o categoría. En francés, la palabra “sororité” ya aparece en un documento de 1546. Y en italiano, el término “sororitá” también viene empleándose desde hace siglos.
Según el citado Diccionario de americanismos, la palabra “sorority” está registrada por primera vez en Estados Unidos en un documento fechado en 1900. Procede del latín “sororitas”, cuyo significado original es “hermandad entre hermanas”.
Fuente imagen Unsplash: Pershing Square, Los Ángeles, Estados Unidos
Marcela Legarde y la palabra “sororidad”
Sería inadecuado hablar del origen de la palabra “sororidad” sin citar a Marcela Legarde, antropóloga y feminista mexicana. Ella empleó la palabra “sororidad” en una publicación de 1989, motivada por la triste problemática conocida como “las muertas de Juárez”, un fenómeno tristemente famoso en México que evidencia la brutal misoginia que existe en muchos lugares del mundo. En aquella publicación de 1989, Marcela Legarde definió la sororidad como “la amistad entre mujeres diferentes y pares, cómplices que se proponen trabajar, crear y convencer, que se encuentran y reconocen en el feminismo, para vivir la vida con un sentido profundamente libertario”.
Fuente imagen Wikipedia: Marcela Lagarde, antropóloga y feminista, una de las principales impulsoras del término “sororidad”
La sororidad y el movimiento feminista
En las últimas décadas la palabra “sororidad” se ha ido asociando progresivamente al movimiento feminista. Durante la llamada “segunda ola del feminismo” (1960-1980) un grupo de mujeres, sobre todo en Estados Unidos, empezaron a utilizar las palabras “sisterhood” y “sorority” para definir las relaciones entre iguales. Aquellas mujeres se reunían para prestarse apoyo mutuo y compartir intereses comunes. Sin embargo, no todas estaban de acuerdo en emplear esos términos. Algunas consideraban que esas palabras no tenían en cuenta las desigualdades raciales, de clase y de orientación sexual que existían entre las mujeres. Según estas activistas, ignorar estas diferencias conduciría a luchar por metas de igualdad centradas exclusivamente en las mujeres blancas de clase media. Este debate se ha mantenido desde entonces.
La “tercera ola del feminismo” (1990-2013) ha incorporado un nuevo término, “interseccionalidad”. Según sus defensoras, el género, la raza, la desigualdad económica o la orientación sexual son factores que interrelacionan, generando múltiples niveles de opresión y discriminación. La idea de “interseccionalidad” amplía la definición de “sororidad” y define con mayor exactitud la solidaridad existente entre las mujeres que viven situaciones de desigualdad.
Fuente imagen Unsplash: Manifestación de mujeres en Londres
La sororidad y el empoderamiento de las mujeres
La existencia de la palabra “sororidad” puede entenderse como una reivindicación del movimiento feminista, ante la necesidad de empoderar a las mujeres. La situación de millones de mujeres, sobre todo en los países subdesarrollados, exige una mayor visibilidad. El uso de palabras como “sororidad” puede contribuir a crear una identidad que llame la atención sobre una situación que sin nombre puede resultar imperceptible. El lenguaje es una herramienta indispensable para dar entidad a todo lo que nos rodea. Las ideas no se conocen ni se transmiten hasta que no son representadas por una palabra que les confiere una identidad. El uso generalizado de la palabra “sororidad” normalizaría la solidaridad entre mujeres y resaltaría la importancia de esta interrelación. Al menos siempre es un buen comienzo.