Por qué la Educación STEM es importante en el siglo XXI
Los rápidos y constantes avances que están teniendo durante este siglo suponen un desafío para el sector educativo. Este sector, como muchos otros, se enfrenta al reto de seguir el ritmo de nuestro cambiante mundo. Existen diferentes corrientes educativas que proponen alternativas al sistema general, como las Waldorf o las Montessori, pero uno de los modelos educativos más recientes y relevantes en la actualidad es la educación STEM.
¿Qué es la educación STEM?
STEM, conocido como CTIM en castellano, son las siglas en inglés que representan ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Este concepto recoge cuatro grandes áreas de conocimiento que se entrelazan y apoyan las unas a las otras.
En los años 60, el matemático sudafricano Seymour Papert estableció las bases del STEM cuando diseñó Logo, un lenguaje de programación diseñado con fines didácticos dirigido a los niños más pequeños. Su objetivo era desarrollar el pensamiento lógico-matemático desde una edad temprana y enseñar a los niños a programar a un nivel muy simple.
La Fundación Nacional de la Ciencia estadounidense (NSF) acuñó el término STEM en 2001, pero no fue hasta 2010 cuando se comenzó a plantear la posibilidad de construir un modelo educativo centrado principalmente en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
La educación STEM apuesta por una enseñanza en la que los estudiantes adquieran conocimientos básicos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas que normalmente se imparten en la educación superior o universitaria.
La educación STEM y las necesidades del siglo XXI
Nuestro mundo cada vez es más complejo como consecuencia del impacto de los avances tecnológicos. El reto de la educación del siglo XXI es formar a la juventud para que puedan enfrentarse a las decisiones del presente, que requieren más formación digital y tecnológica que nunca.
Los conocimientos tecnológicos y científicos son una herramienta de un valor incalculable en una sociedad cada vez más automatizada. Hacer la compra, consultar nuestras cuentas bancarias, contactar con amigos y familiares e incluso ir al médico; todo esto se desarrolla en Internet. Por este motivo, es crucial que los niños y jóvenes aprendan a desenvolverse en esta sociedad tecnológica para que puedan ser asertivos e independientes.
Y estas necesidades se observan también a nivel laboral. Según un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) estadounidense, la empleabilidad en el sector informático aumentará en un 12,5% 2024 con respecto a los últimos diez años. Sin una amplia oferta educativa en STEM, la brecha formativa continuará extendiéndose y muchos estudiantes perderán la oportunidad de explotar su talento y contribuir a que tanto la ciencia como la sociedad sigan avanzando. Cuando esto ocurre, todos salimos perdiendo.
De STEM a STEAM
La inclusión del arte en este modelo de enseñanza fue promovida por la Rhode Island School of Design, una de las escuelas de arte y diseño más prestigiosas de Estados Unidos. El modelo actualizado STEAM se consolidó en 2011, cuando Corea del Sur decidió implementar estas enseñanzas, incluyendo el arte, en su plan educativo nacional.
La educación STEAM potencia la creatividad de sus alumnos y fomenta la intersección de arte y ciencia. Este enfoque multidisciplinar amplía la perspectiva de la ciencia como un proceso creativo y no únicamente técnico, por lo que permite a alumnos con todo tipo de talentos que participen y aumenten sus fortalezas. El modelo STEAM permite que los estudiantes desarrollen su educación tecnocientífica de la mano de la filosofía, la ética, la estética y el pensamiento crítico.
El principal objetivo de los modelos STEM y STEAM es preparar a los alumnos para vivir en un mundo cambiante y complejo. Apuesta por una formación completa y creativa para que los jóvenes aprendan a resolver conflictos y tomar decisiones de manera creativa, estructurada y disciplinada.
