¿Qué es la pareidolia?
¿Te has quedado alguna vez mirando el gotelé de la pared que tienes delante porque crees haber visto una cara? Vale, no te asustes, nos ha pasado a todos y nos va a seguir pasando. Se trata de una pareidolia, una ilusión generada en el cerebro que tiene una explicación racional y científica bastante aceptada. Eso sí, esto no impide que algunas sigan siendo algo inquietantes, aunque puede que después de leer la explicación que vamos a darte te lo parezcan menos. ¡Vamos allá!
Qué significa pareidolia
Lo primero que nos preocupa es que entiendas el término, y es que es de esos que pueden provocar fácilmente un esguince en la lengua si es la primera vez que intentas pronunciarlo.
La palabra procede la unión de dos términos griegos, algo que sucede con otros muchos de los términos que empleamos de forma cotidiana. Por un lado, tenemos el concepto eidolon, que en griego antiguo significa ‘figura o imagen’. Por otro, tenemos el prefijo para, cuyo significado no es otro que ‘junto a’.
De la unión de las dos palabras surge un término que en castellano requiere de una cuidada explicación. Una pareidolia sería una imagen con forma reconocible que, realmente, no es tal. Sería, por así decirlo, la unión de varios puntos que terminan por crear una ilusión.
Si recuerdas al principio de este artículo lo que decíamos sobre esas manchas de gotelé que parecen cobrar forma de cara, de animal o de cualquier otra cosa, estarás cerca de comprender a qué nos estamos refiriendo.
Ahora bien, ¿que veamos las figuras se debe solo a nuestra imaginación o hay algo más que les da forma? Pues sí que lo hay, y eso es justo lo que vamos a pasar a ver a continuación.
El cerebro y su capacidad de reconocer figuras
Cómo funciona realmente el cerebro es todavía, en muchos aspectos, un misterio para la ciencia. Pero de nuestro órgano más inteligente sí que sabemos algunas cosas, y una de ellas es que es capaz de reconocer imágenes y patrones familiares que tiene, digamos, archivados en su memoria.
El principio de economía es fundamental para entender lo que hace aquí el cerebro. En cuanto una forma reconocible entra en su campo de acción, el cerebro la identifica según el patrón que tenemos almacenado y que hemos empleado para reconocer cosas de forma intuitiva una y otra vez.
Por este automatismo a la hora de reconocer formas, el cerebro a veces se equivoca. Esto es lo que sucede con cualquier pareidolia. Creemos ver, por ejemplo, una cara en la pared, cuando no estamos más que delante de una serie de manchas que, de forma fortuita, han creado un patrón reconocible.
Es más, hay un ámbito en el que utilizamos estas ilusiones de forma constante. Nos referimos a los emoticonos, que empleamos habitualmente en mensajes de texto. Todos sabemos que símbolos como 🙂 o 🙁 no son en absoluto ni una cara alegre ni una triste, pero conseguimos identificarlas como tales debido a la asociación de formas con ideas que se realiza en el interior de nuestro cerebro.
Dónde se encuentran las pareidolias
En todos lados, te lo aseguramos. Ya te hemos hablado de las paredes, ya que el gotelé parece particularmente propicio a crear estas ilusiones, o de los emoticonos con los que te comunicas con tus amigos.
Pero también las hay en plena naturaleza. Un buen ejemplo es la forma de las nubes. Muchos nos hemos divertido a veces buscando patrones concretos en estas acumulaciones de vapor de agua. Y a veces se encuentran, aunque, sin duda alguna, nadie le ha dado forma de sartén a esa nube que cruza la ciudad.
Rocas con forma de cabeza humana, montañas que vistas desde el cielo se asemejan a rostros o nudos de tablas de madera que parecen tener mil formas diferentes reconocibles para cualquier ser humano, el reino de las pareidolias es realmente amplio y rico, así que no deberías extrañarte si te cruzas con esta ilusión en muchos lugares.
Es más, hay muchos artistas que juegan con esta trampa mental en su obra. Especialmente en la pintura, pero también en el cine o en la escultura. Pincelan formas que pueden ser vistas de modos diferentes para crear la ilusión de estar frente a objetos que, realmente, no son tales.
Incluso la psicología hace uso de estas imágenes a través del conocido test de Rorschach, en el que los sujetos ven objetos y siluetas diferentes a partir de unas manchas que tienen que identificar, lo que ayuda al especialista a determinar algunos rasgos de su personalidad.
En definitiva, ya sabes qué es una pareidolia. Se trata de pequeños engaños del cerebro que termina viendo formas reconocibles donde no las hay. Pero aunque, como te dijimos al comienzo, algunas son un poco siniestras, hay que reconocer que también las hay muy divertidas.