María Ancochea: «Cuando elegimos permanecer en silencio estamos renunciando a controlar»

María Ancochea es Directora Académica de la Escuela Europea de Coaching de Madrid. La EEC, escuela líder en coaching, nació en 2003 con “el reto de impulsar la transformación de la sociedad ayudando a los líderes a conseguir sus objetivos”. Recogemos en este texto un fragmento de la entrevista que hemos grabado a María Ancochea y que puedes ver en el siguiente vídeo.

¿Cuáles son los beneficios del coaching?

Los beneficios que aporta el coaching a nuestros clientes va mucho más allá de lo que el propio cliente está buscando. Los procesos de coaching se inician muchas veces con personas que tienen una circunstancia que les está suponiendo una barrera o personas con un sueño, algo que quieren construir y todavía no se están dando permiso. Tienen incertidumbres y nosotros les acompañamos a legitimar su sueño y a convertirlo en una visión que se realiza.

Los beneficios son múltiples. Uno de ellos: que se ponen en marcha para construir la realidad que quieren para ellos mismos. Suelen alcanzar resultados extraordinarios. No siempre los que tenían previstos.

Generarnos una nueva identidad es el tesoro escondido en los procesos de coaching

El propio proceso de aprendizaje en sí mismo ya es un resultado extraordinario, «me puse en marcha y aprendo por el camino». El cambio de observador de la realidad y la capacidad de generarnos una nueva identidad es el tesoro escondido en los procesos de coaching.

La parte de que sea algo elegido y voluntario es la clave. Coaching es un proceso de transformación y de cambio. Por tanto, tiene que ser algo elegido. Tampoco es para todo el mundo y en cualquier momento.

Cuando elegimos permanecer en silencio estamos renunciando a controlar

Es imprescindible generar una cultura donde se valoren otros espacios que no tengan que ver con producir y medirnos con los resultados de nuestra producción.

Cualquiera de nosotros pueden generar estos espacios. Hay dificultad en decidir que, después del trabajo, hay espacios sagrados que no van a ser interrumpidos. Un espacio sagrado es cuando veo a mi hijo y doy espacio para que comparta algo conmigo. O espacios donde mantener silencio y ponernos en contacto con nosotros mismos.

Cuando entramos en un espacio de no hacer, de silencio y de vacío, entramos en un espacio desconocido, fuera de nuestro ámbito de control. Las personas con agendas muy ocupadas somos muy controladoras. El ego tiene el afán de saber exactamente lo que va a pasar y debe coincidir con lo que tenía previsto.

Cuando elegimos no hacer, nos estamos quitando del medio. Cuando elegimos permanecer en silencio estamos renunciando a controlar. Cuando generamos espacios interiores, estamos dando permiso a que afloren las cosas que más nos gustan de nosotros y las que no somos capaces de soportar. Esto a veces nos atemoriza.