Las empresas sociales, una revolución promovida por Muhammad Yunus
Hace cuatro años tuvimos la inmensa suerte de conocer personalmente a todo un Premio Nobel, Muhammad Yunus, fundador del Grameen Bank e impulsor del sistema de microcréditos en Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo. Yunus es también un ferviente defensor de las empresas sociales, un modelo de empresa que genera una contribución extraordinaria a la sociedad o al medioambiente. Las empresas sociales deben ser – según Muhammad Yunus – un complemento a las empresas tradicionales y en ningún caso su objetivo debe ser reemplazarlas sino coexistir.
La aparición de las empresas sociales ha venido a romper varios mitos, como por ejemplo, el mito de la necesidad de organizaciones públicas para ofrecer servicios que combatan la pobreza o promuevan el desarrollo. Muhammad Yunus está demostrando que las empresas privadas pueden resolver problemas sociales y a la vez ser rentables y generar empleo. ¿No es este planteamiento absolutamente revolucionario?
La diferencia entre una empresa social y una ONG reside en que la empresa social obtiene sus ingresos con la venta de sus productos o servicios, mientras que la ONG depende de las donaciones filantrópicas de sus patronos, socios y simpatizantes.
Según Muhammad Yunus existen tres generaciones de empresas sociales. La primera generación está formada por las empresas que han logrado evolucionar hasta contar con una triple línea de resultados que miden su impacto social, ambiental y económico y buscan rentabilidad en esas tres dimensiones. La segunda generación está integrada por empresas, que además de ser rentables y garantizar un impacto positivo en las líneas de lo social y ambiental están innovando con modelos de negocios inclusivos, es decir, desarrollan actividades económicas que permiten lograr la participación de los más pobres en cadenas de generación de valor, de manera tal que éstos logren capturar valor para sí mismos y mejorar sus condiciones de vida.
La tercera generación de empresas sociales es en la que Yunus ha profundizado más, y son las empresas que propugnan “un negocio sostenible sin pérdidas ni dividendos que aborda un objetivo social dentro de las normas del mercado actual”. La gran aportación de Yunus ha sido aprovechar la experiencia del ámbito empresarial para resolver problemas sociales de manera mucho más eficiente. Muhammad Yunus ha fundado hasta ahora más de 25 empresas en Bangladesh que son autosuficientes y se dedican a resolver problemas sociales, como servicios médicos, telecomunicaciones, becas para la educación o productos alimenticios para los pobres. Muchas de estas empresas Muhammad Yunus las ha creado en asociación con multinacionales occidentales como Danone, Adidas o Nokia.
“Me opongo a las limosnas. Anulan la iniciativa y la responsabilidad de las personas. Si la gente sabe que algo es gratis, ellos destinarán esfuerzos en busca de lo que es gratis en vez de usar su energía en obtener algo por sí mismos. Las limosnas también promueven la corrupción. El paternalismo, por muy buenas que sean sus intenciones, lleva a un camino sin salida;” concluye Yunus.