La herencia digital: la protección post mortem de nuestros datos

¿Qué pasará con nuestras publicaciones de las redes sociales cuando hayamos muerto? ¿Y con los datos de nuestra cuenta en Amazon? ¿O con nuestras suscripciones a Netflix o HBO? ¿Y con todos los documentos que hemos guardado en Drive o Dropbox? A todo eso se le llama herencia digital y cada vez existen más casos de personas que la tienen en cuenta a la hora de firmar su testamento.
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¿En qué consiste la herencia digital?

WhatsApp y Facebook Messenger gestionan unos 60 mil millones de mensajes diarios. Cada minuto se suben en el mundo 200 horas de vídeo a YouTube. Los usuarios de Instagram comparten unos 95 millones de fotos y vídeos cada día. Y sólo son algunos datos.
La herencia digital es el conjunto de datos electrónicos que un usuario, cuando fallece, deja en Internet o en discos duros. En la mayoría de los casos, dicha información está protegida por contraseñas. En esta herencia digital figuran los perfiles de las redes sociales, los buzones de correo electrónico, los documentos archivados en la nube, los historiales de los chats, las suscripciones online o las cuentas de PayPal. La herencia digital es un tema cada vez más presente en el debate social y ya existen empresas y profesionales que ofrecen servicios especializados en este área.
Sin embargo la herencia o legado digital plantea muchas dudas tanto a los legisladores como a los usuarios y familiares.
La legislación española, a través de la llamada LOPDGDD (Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales), plantea la posibilidad de que terceras personas puedan acceder a tus redes sociales, cuentas online, archivos, vídeos, fotos, licencias, etc, corriendo el riesgo de que la intimidad quede al descubierto. Por esa razón es importante que las personas se pronuncien sobre sus voluntades.
Nuestras cuentas en Facebook, Instagram, Twitter, etc. son un gran archivo de nuestras experiencias y actividades. La información que contienen sobre nosotros, así como nuestros buzones de correo electrónico, nuestras cuentas bancarias o nuestros archivos en DropBox, supone un patrimonio personal muy sensible. Vivir en plena era de la información implica dejar constantemente un rastro digital que puede ser utilizado por terceros sin el consentimiento de los legítimos propietarios.
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¿Cómo administrar la herencia digital?

Cuando alguien fallece, sus cuentas online, sus perfiles en las redes sociales y sus datos en Internet le sobreviven. En la inmensa mayoría de los casos, las personas fallecidas suelen ser las únicas que conocen sus contraseñas y no se puede acceder a esa información. Por eso a sus familiares les resulta muy difícil administrar ese patrimonio digital post mortem.

En la actualidad cada vez son más los expertos que recomiendan regular en vida el patrimonio digital. De hecho ya existen compañías especializadas que asesoran a sus clientes para que registren sus voluntades en un testamento digital. Es el caso de Mi Legado Digital, una compañía insurtech, es decir una empresa aseguradora tradicional que utiliza nuevas tecnologías, como blockchains o big data. En la actualidad Mi Legado Digital cuenta en España con más de un millón de clientes, sobre todo usuarios que pertenecen a compañías aseguradoras y, que tienen contratado este servicio, muchas veces sin saberlo, como una garantía adicional en su póliza. Estas empresas ofrecen una respuesta integral a las nuevas necesidades legales asociadas al consumo de Internet, incluyendo el testamento digital. En el caso de Mi Legado Digital, ofrecen un producto denominado Testamento Inteligente.

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¿En qué consiste un Testamento Digital?

Un testamento digital es una herramienta legal que permite al firmante expresar todas sus voluntades sobre su presencia en Internet. Se puede realizar telemáticamente y en cualquier momento. El testamento digital además garantiza la protección de derechos tan fundamentales como la imagen, la salud, el honor, el secreto o la intimidad. El testamento digital debe formalizarse ante notario y es 100% compatible con el testamento notarial.

En el testamento digital figuran las contraseñas de las cuentas de correo, sitios web, blogs, redes sociales, sistemas de almacenamiento y suscripciones online del testador. En el documento debe preverse además que puede suceder con toda la información de carácter digital del firmante.

En el testamento digital debe quedar reflejado qué quiere el testador que se haga, una vez que ya no esté, con sus archivos digitales y perfiles sociales. Se puede elegir entre conservarlos, cancelarlos o remitirlos a familiares.