Ecologismo atómico: ¿La energía nuclear es el futuro?

energia-nuclear-cambio-climatico

Los trágicos accidentes de Chernobyl (1986) y Fukushima (2011) parecieron marcar el fin de los programas nucleares en el mundo. Sin embargo, en la actualidad más de cuatrocientas centrales nucleares siguen funcionando a pleno rendimiento a lo largo y ancho del planeta y en los últimos años han surgido voces autorizadas que defienden la energía nuclear como la única fuente energética capaz de luchar contra el cambio climático.

En la actualidad el mundo está dividido entre detractores y partidarios de la energía nuclear. Los detractores alertan del peligro de los accidentes nucleares y del riesgo que supone almacenar los residuos radiactivos, al tiempo que apuestan por las energías renovables, mientras que en el otro extremo, los partidarios de la energía nuclear defienden su capacidad para generar electricidad a unos costes muy competitivos y sin emisiones de CO2, a la vez que aseguran que la energía nuclear es la única capaz de satisfacer la demanda mundial de electricidad.

Este debate parecía desterrado tras los accidentes de Chernobyl y Fukushima, pero lo cierto es que está más vivo que nunca. Según datos de la industria, en 2050 la energía nuclear deberá suministrar el 25% de la electricidad de todo el mundo, lo que significa triplicar su capacidad actual. Esta previsión es una prueba evidente de que la energía nuclear está en un período de clara expansión.

energia-nuclear-cambio-climatico-ecologismo

El experto en política medioambiental Michael Shellenberg es probablemente la voz más reconocida en este inesperado renacer de la energía nuclear. Shellenberg, a quien se le conoce como “el ecologista atómico” y ha llegado a pronunciar frases como “la energía atómica es hermosa”, es un activista estadounidense que defiende la energía nuclear como la única forma real de luchar contra el cambio climático.

A través de sus libros, sus columnas en la revista Forbes y sus charlas por todo el mundo – su charla en TED ha recibido más de un millón de visitas -, Michael Shellenberg intenta propagar su revolucionario mensaje por todo el mundo. Según Shellenberg, los combustibles fósiles proporcionan energía, pero a un coste medioambiental que la humanidad no se puede permitir, y las energías eólica y solar son insuficientes para satisfacer toda la demanda del planeta. Ante este panorama, la energía nuclear es la única que puede generar de forma fiable y constante la electricidad necesaria para cubrir las necesidades de las sociedades actuales. Su discurso parece convincente.

En Europa, en países como Italia o Alemania, la presión social obligó hace años a sus gobiernos a iniciar planes para la eliminación de sus reactores nucleares antes de 2022. Otros países como Bélgica, España, o incluso Francia, una potencia mundial en energía nuclear, han anunciado políticas para la congelación o reducción de sus centrales nucleares. En el otro extremo del mundo, en Japón, cuatro años después del desastre de Fukushima, ninguno de sus 48 reactores se encuentra en activo. Además la participación de la energía nuclear en la generación mundial de electricidad ha disminuido del 17% al 11% en los últimos 20 años. Este panorama invita a pensar que la energía nuclear está viviendo sus últimos momentos. Sin embargo la realidad es muy distinta.

Reactores-nuecleares-mundo

De hecho, según la Asociación Mundial de Energía Nuclear (WNA) actualmente se están construyendo 70 reactores nucleares en todo el mundo, el número más alto en los últimos 25 años, y se han aprobado recientemente 500 proyectos para la construcción de nuevas plantas nucleares, muchas más de las que están activas en la actualidad. Estos datos demuestran claramente que muchos gobiernos están impulsando la energía nuclear para satisfacer la creciente demanda de electricidad en sus países.

Sólo China está construyendo 27 reactores nucleares y recientemente su gobierno ha aprobado la construcción de 200 reactores más en los próximos años, con el objetivo de cubrir una demanda de electricidad que estiman que se triplicará en 2050. Además, países como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos han anunciado la construcción de centrales nucleares, y países que actualmente no cuentan con reactores en su territorio, como Hungría, Rumanía y Ucrania, han aprobado la construcción de plantas nucleares.

Es evidente que, lejos de lo que se pudiera pensar en un primer análisis, la energía nuclear está volviendo a la primera línea de la actualidad y se está posicionando como la principal alternativa a los combustibles fósiles.