El drama de los refugiados es sin lugar a dudas uno de los principales retos a los que se enfrenta el planeta y es urgente encontrar una solución

El drama de los refugiados, en cifras

La crisis de los migrantes del Aquarius, el barco de rescate de Médicos Sin Fronteras, ha vuelto a poner en evidencia la terrible situación que viven cada día miles de personas que huyen de sus países en busca de una dignidad perdida. Según los informes publicados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) el drama de los refugiados en el mundo se agrava cada año. Según sus análisis, en el año 2017, 68 millones de personas huyeron de sus lugares de origen por razones políticas, ideológicas o religiosas. En otras palabras, una de cada 110 personas en el mundo es refugiada, desplazada interna o está buscando asilo en otro país.

El drama de los refugiados es sin lugar a dudas uno de los principales retos a los que se enfrenta el planeta y es urgente encontrar una solución. Mientras las organizaciones políticas mundiales encuentran esa solución es imprescindible brindar la protección necesaria a estas personas, salvaguardar sus derechos y ayudarlas a reconstruir sus vidas.

En contra de lo que muchas personas piensan, los migrantes se desplazan mucho más hacia al sur, de hecho el problema de los refugiados se concentra en el hemisferio sur del planeta, siendo países con pocos recursos, como Líbano o Jordania, los que se están haciendo cargo en mayor medida de refugiados en su territorio. En 10 países del planeta se concentran el 60% de los refugiados del mundo. Por ejemplo, en Líbano, uno de cada seis ciudadanos es refugiado, en Jordania, uno de cada cinco, en Turquía, uno de cada diez, en Australia, uno de cada 572, y en Estados Unidos, uno de cada 1.084.

Sin duda el mundo se enfrenta a la peor crisis migratoria desde la II Guerra Mundial y debe encontrar soluciones que prioricen la dignidad del ser humano y su derecho a vivir en libertad, por encima de intereses nacionales o partidistas.

La crisis de los migrantes del Aquarius, el barco de rescate de Médicos Sin Fronteras ha vuelto a poner en evidencia la terrible situación que viven cada día miles de personas que huyen de sus países en busca de una dignidad perdida.