Crónica de los caminantes del 23 de febrero
Después de un día lluvioso y de dos puertos con un desnivel de unos 500 metros, uno era el Col d´lescrinet, Miguel Ángel y Kiko durmieron ayer en Privas, en la sala de reuniones de la parroquia de Santo Tomás. Y todo gracias a la generosidad del padre Gerad, el padre Jacques y una señora llamada Mari Therese.
Esta mañana han retomado su camino.