¿Por qué es tan cara la factura de la luz?
Vamos a intentar arrojar un poco de claridad sobre ese pozo de oscuridad que para muchos españoles es la factura de la luz. Nuestro país tiene el dudoso orgullo de contar con una de las tarifas eléctricas más caras de Europa. Pero, ¿por qué? Se debe a varios aspectos y a la forma en que se regula el mercado. Ahora lo vamos a ver todo con mayor detalle.
Lo que pagas en tu factura de la luz
Lo primero es partir de la propia factura de la luz para entender qué gastos fijos tiene antes de entrar de lleno en otros aspectos.
Si te fijas, en tu factura hay un desglose que es el que muestra el total. Lo primero a tener en cuenta es el periodo que abarca y el consumo total que has realizado durante ese periodo. Este consumo se mide en kWh.
Después viene la potencia contratada. Este suplemento es fijo y no depende en nada de tu consumo. Además, eres tú quien lo elige cuando contrata con la empresa suministradora. La potencia contratada debe ir en consonancia con el consumo que puedas necesitar en un momento puntual, no a lo largo de todo un mes o de un ciclo de facturación mayor.
Y, por último, sin contar los impuestos, está la facturación por energía consumida. Aquí los kWh consumidos en el periodo se multiplican por una cantidad fija de euros. Pues bien, es aquí donde el precio de la luz sube o baja, aunque esto último sucede en contadas ocasiones.
El pool eléctrico
Esa cantidad de euros por la que se multiplican los kWh que hayas consumido es el quid de la cuestión en todo este asunto. ¿De dónde sale? Pues de un concepto conocido como pool eléctrico, que no es otra cosa que el mercado donde las grandes compañías compran la electricidad que llega a tu casa.
En España existe tanto el mercado regulado como el libre. El libre está a cargo de las compañías que son las que ofrecen diferentes tarifas a los usuarios, aunque la tarifa del mercado regulado, la PVPC, suele ser más barata en términos generales.
Cuando sube la electricidad, lo hace porque sube su precio en este mercado regulado al que estamos haciendo referencia. Ten en cuenta que en este mercado, llamado pool, se realizan varias subastas diarias que son las que determinan el precio para el día siguiente.
En total, se realiza una diaria y seis intradiarias que son las que van a marcar el precio de la energía por segmentos horarios. En España, se sigue un modelo marginalista. Pero, ¿qué significa esto? Pues bien, que el precio que se toma para la luz que se va a subastar en un momento determinado es el más alto de todo el que se produzca en el país.
Dicho de forma más sencilla: si se necesita una cantidad de energía X para abastecer al país y esta procede por necesidad de diferentes centrales eléctricas, se tomará como referencia para vender la electricidad el precio más alto que marquen todos los centros productores.
¿Quién marca el precio máximo?
Son las centrales termoeléctricas. Estas son las que van a marcar siempre ese precio máximo, pero vamos a ver con un poco más de detalle este asunto.
Las centrales de energías renovables y las nucleares venden su energía a precio cero. Esto no significa que no vayan a cobrar, ya que, como dijimos antes, en la subasta del pool se va a tomar como referencia el precio más alto que den todos los centros productores.
Como en España sigue siendo necesario que intervengan centrales termoeléctricas, y estas no pueden ofertar a precio, pues entonces son las encargadas de marcar el precio. El motivo de que este tipo de productoras tenga que elevar el precio se puede deber al gasto de materia prima, carbón o gas natural, y al pago por emisiones de CO2.
Todo ello eleva el precio de la energía producida. Es más, si sube el precio de la materia prima o si las agencias medioambientales elevan las restricciones por la emisión de CO2, la luz subirá dejándose notar bastante claramente en la factura que te va a llegar a casa.
¿Se puede ahorrar en la factura?
Intentar controlar el pool, el precio del carbón o del gas o las regulaciones sobre CO2 no parece que esté a nuestro alcance.
Por ello, para ahorrar solo se pueden aconsejar varias cosas. La primera es no contratar jamás más potencia de la que se necesite realmente y, la segunda, hacer un uso responsable de la electricidad en casa.
En conclusión, detrás de tu factura de la luz actúan numerosos agentes que determinan la cantidad que te van a cargar en el banco. Si tienes dudas, ponte en contacto con tu compañía eléctrica. Muchas ofrecen planes para asegurarse un consumo razonable y pagar lo justo. Y si no estás satisfecho con tu actual compañía, quién sabe, a lo mejor es el momento de cambiar.