¿Los videojuegos están cambiando el mundo?
En 2020 la industria de los videojuegos facturó en EEUU más que el cine y los deportes juntos. Los videojuegos están por todas partes. Nadie escapa de su influencia. Aunque tú no seas un gamer, también participas de este fenómeno. Los videojuegos se encuentran en las empresas, la ciencia, la educación, la industria militar, la medicina o el urbanismo.
Videojuegos: todos jugamos lo sepamos o no
El lenguaje de los videojuegos ha colonizado el mundo. La llamada “gamificación” se ha instalado en el riego sanguíneo de la sociedad y está transformado nuestra forma de trabajar, aprender y relacionarnos. Hay numerosos ejemplos. En muchas empresas se ha extendido el uso de sistemas de puntuación entre los empleados. Incluso los creadores de Tinder confesaron que se inspiraron en el juego online World of warcraft para crear su famosa aplicación para buscar pareja.
En realidad hoy todos somos gamers. En concreto, el lenguaje de los videojuegos ya se ha introducido en muchas empresas de todo el mundo a través de la gamificación. Las mecánicas del juego se han incorporado a los procesos de negocio con el objetivo de motivar a los empleados, aumentar su compromiso y fomentar su lealtad. En muchas compañías se han establecido dinámicas de juego que se basan en retos y misiones que permiten obtener premios a sus empleados. Desde hace años empresas como BBVA, Correos, Adobe, Starbucks o Samsung aplican estrategias de gamificación para aumentar la productividad y fomentar el sentido de pertenencia de sus equipos.
Los eSports, el deporte del futuro
Los e-Sports son competiciones de videojuegos multijugador que pueden desarrollarse de forma online u offline y que reúnen a cientos de miles de seguidores. Su crecimiento está siendo espectacular y está atrayendo la atención de las grandes plataformas de contenidos audiovisuales. Según la consultora Newzoo, la audiencia de los eSports puede superar en 2022 los 276 millones de personas. Esa cifra igualaría a la audiencia de la NFL, la liga de fútbol americano, el deporte más popular en Estados Unidos. En España existen varios equipos profesionales, como el Movistar Riders o el Vodafone Giants, y en la actualidad nuestro país ocupa el duodécimo lugar en la clasificación mundial de audiencia de eSports, con más de 2,5 millones de seguidores. Aunque, para ser más exactos, habría que llamarlos “entusiastas”, que es así como se conoce a las personas que ven retransmisiones de videojuegos más de una vez al mes. ¿Quién iba a pensar hace años que millones de personas iban a pagar para ver jugar a otras personas a través de una pantalla? Pues en España las grandes plataformas de contenidos audiovisuales como Movistar y Vodafone enseguida vieron el gigantesco potencial de este fenómeno. En la actualidad España es el tercer país que presenta un mayor crecimiento en el sector.
Los gamers profesionales pueden ganar entre 1.000€ y 5.000€ mensuales, aunque los ingresos de los mejor pagados pueden alcanzar los 15.000€ al mes. Y eso sin contar con el dinero que obtienen directamente de los premios.
Serious games: los videojuegos que ayudan a aprender
Muchos educadores defienden abiertamente el uso de videojuegos en las aulas. Y no sólo para los niños. Desde hace muchos años, pilotos, bomberos o militares llevan utilizando simuladores. En el ámbito educativo, muchos colegios utilizan juegos para enseñar a los niños matemáticas, ciencias, lingüística o idiomas. Y también son muchos los usuarios, tanto niños como adultos, que utilizan los videojuegos para ampliar sus conocimientos mientras se divierten. Por ejemplo, Minecraft Education es una versión específicamente educativa del famoso videojuego. En Estados Unidos y Europa ya lo utilizan más de 5.000 colegios. Los niños aprenden a realizar construcciones empleando bloques, al tiempo que resuelven problemas en equipo. El juego mejora la orientación especial y desarrolla la creatividad. Pero Minecraft Education no es el único.
“Brain Training” es un videojuego que propone un entrenamiento mental. A través de una serie de ejercicios verbales y numéricos, el usuario mantiene su cerebro activo. “Civilization” es un videojuego que traslada al usuario a civilizaciones antiguas. “Starcraft” invita a reflexionar sobre el impacto que tendrán nuestras decisiones actuales en el futuro del planeta. “Stardew Valley” enseña a gestionar nuestro propio negocio. Y la lista de los llamados “serious games” no acaba aquí.
¿Los videojuegos son cultura?
El Museum of Modern Art (MOMA) de Nueva York cuenta con una exposición permanente en la que reúne videojuegos. Space Invaders (1978), Pacman (1980), Tetris (1984), Street Fighter (2 (1991), Myst (1993), SimCity 2000 (1994), Portal (2007) o Canabalt (2009) son algunos de los títulos que conviven con obras de Van Gogh, Monet, Picasso o Andy Warhol en el prestigioso museo neoyorquino.
El debate sobre si los videojuegos son o no cultura no tiene desperdicio. Los defensores del sí consideran que un videojuego es una obra comparable a una película. Lo cierto es que la producción de un videojuego es una labor muy compleja que requiere guionistas, dibujantes, músicos, programadores, productores, artistas 3D, técnicos de sonido, actores de doblaje o animadores, entre otros profesionales. Algunos videojuegos tienen detrás un presupuesto superior al de muchas películas y su plazo de producción puede durar varios años.
La necesidad de jugar siempre nos ha acompañado. Y la tecnología digital permite crear experiencias únicas que sin duda amplían los horizontes de la humanidad.