Fairtrade trabaja en el empoderamiento de las mujeres
Nos encontramos en un momento incierto y de gran complejidad con una grave crisis global que afecta a prácticamente todos los rincones del mundo. Ahora más que nunca es necesaria la colaboración conjunta de todas las Naciones, y la oportunidad de reforzar los valores y principios inherentes en muchas personas, afortunadamente, y recogidos en gran cantidad de las cartas magnas de los diversos países, como son; la justicia, la solidaridad, la igualdad, en definitiva la humanidad que tan necesaria es, y que tanto se agradece, aún más en estos momentos que estamos viviendo.
Uno de los mencionados, como es la igualdad, y por máxima extensión su alcance, sigue siendo una de las barreras que más dificultan el desarrollo tanto social como mundial. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación estima que cerrar la brecha de género en la agricultura podría reducir el número de personas desnutridas en unos cien millones y aumentar la producción agrícola en los países en vías desarrollo entre 2,5 y 4%. Por otra parte, entre el 60 y el 80% de la alimentación en términos mundiales está producida por mujeres, con lo que teniendo en cuenta estas cifras, es una enorme injusticia que a pesar de que las mujeres están muy involucradas, su trabajo no esté tan reconocido y recompensado como debiera. En concreto, el papel de la mujer en la agricultura ha aumentado con el tiempo por motivos diversos, incluyendo factores como la migración y el desarrollo. Es importante tener en cuenta que las mujeres constituyen más del 40% de la fuerza laboral agrícola en los países del Sur, con algunas variaciones entre regiones. Sin embargo es una triste realidad que las mujeres tienen menos acceso a los recursos productivos provocando así una importante brecha de género y por ende una gran desigualdad.
Entre el 60-80% de la alimentación está producida por mujeres
Por ello, es necesario que existan políticas e intervenciones positivas de género para las mujeres y las comunidades, para así mejorar necesidades básicas como la salud, el bienestar, la autonomía y el liderazgo de las mujeres, así como para mejorar la educación y la cultura, al tiempo que se contribuye al crecimiento económico y al bien común de toda la sociedad. Para Fairtrade promover la igualdad e incidir en que las mujeres accedan a los beneficios de forma equitativa y en términos de igualdad, es una prioridad y una de nuestras líneas más destacadas de trabajo.
Por ello el enfoque de Fairtrade pretende abordar las relaciones desiguales de poder con el fin de promover tanto la igualdad como el empoderamiento de mujeres y niñas. Y esto se logrará principalmente mediante el fortalecimiento del capital humano, social y financiero de la mujer. Este enfoque se alinea al mismo tiempo con el marco estratégico de trabajo Fairtrade 2016-2020 enfocado al empoderamiento femenino, y a la actuación y desarrollo de condiciones en base al fomento y desarrollo de la igualdad de género. La estrategia de género de Fairtrade busca promover la igualdad y el empoderamiento de las mujeres en las organizaciones de productores mediante la construcción de poder y autonomía tanto de mujeres como de niñas. Fairtrade realiza revisiones periódicas de su estrategia de género para poder fomentar un enfoque dinámico y actualizado de la perspectiva de género en todos los aspectos de nuestro trabajo. Por tanto, dicha estrategia ha ido adoptando una serie de enfoques estratégicos más específicos, así como los procesos técnicos e institucionales para lograr el objetivo fundamental de la igualdad, además de tener presente que los estándares Fairtrade ya incluyen criterios que se han diseñado para evitar la desigualdad y las injusticias.
En Fairtrade trabajamos para conseguir una igualdad real
La estrategia tiene como objetivo principal ofrecer un enfoque transformador sobre la igualdad en el sistema Fairtrade. Los enfoques transformadores sobre la igualdad comparten una comprensión de la necesidad de ir más allá de la participación de las mujeres en las actividades e instituciones, sobre todo de cara a conseguir transformar los patrones y estructuras de género aceptados, con el objetivo de reequilibrar de forma permanente y profunda la desigual de distribución del poder entre géneros.
Fairtrade también reconoce que el género es una de las diversas variables que determinan las relaciones de poder y las desigualdades sociales que resultan de una red de factores contextuales más amplios, como son; raza, clase, identidad religiosa o étnica.
En nuestro trabajo diario tenemos muy presente dar visibilidad a mujeres creadoras, productoras y trabajadoras, y poder transmitir el protagonismo tan importante de su trabajo y aporte de valor, y cómo hacen del Comercio Justo una forma de empoderamiento colectivo y muy enriquecedor. Hay muchos proyectos donde Fairtrade está beneficiando directamente a mujeres, lo que permite cambios en la toma de decisiones y en las estructuras de poder de las organizaciones de productores certificados y la mejora de las oportunidades económicas. Además, algunas organizaciones de productores están llevando a cabo análisis de género de sus organizaciones y poniendo en práctica nuevos programas y políticas de igualdad. Fairtrade se centra principalmente en los cambios, las actitudes, las prácticas y las políticas en la producción agrícola y el comercio, pero hay que tener muy en cuenta que se requieren importantes transformaciones en otros ámbitos fundamentales como la política, la educación y la sociedad. Es importante poder establecer un camino y un enfoque claro sobre la igualdad, de cara tanto al marco estratégico como al alcance de los necesarios Objetivos de Desarrollo Sostenible, y que estos puedan llegar a lograrse de una forma tangible y real. En Fairtrade trabajamos por la igualdad y para que todas las personas obtengan una justicia e igualdad real sin barreras. Lograr igualdad de género en la agricultura significa empoderar a los productores y trabajadores para construir comunidades donde todos se sienten respetados y valorados por igual. El mes de marzo es una fecha muy destacada que conmemora a todas las mujeres del mundo, en la que se recuerda lo que se ha conseguido pero también es muy importante reflexionar sobre el largo camino que aún nos queda para que exista una igualdad real entre todas las personas, y conseguir así un mundo más unido y humano.
Paula Mª Pérez Blanco
Responsable Comunicación Fairtrade Ibérica
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