El pensamiento híbrido: el pensamiento del futuro
¿Te imaginas un mundo en el que nuestro cerebro se conecte directamente a la nube? Según Ray Kurzwell, director de ingeniería de Google y una de las mentes más visionarias de nuestro tiempo, eso será posible a lo largo de la década de 2030. Nuestro cerebro, a través de nanobots, robots diminutos fabricados con filamentos de ADN, podrá conectarse directamente a la nube. Ese avance multiplicará espectacularmente la capacidad de nuestro cerebro, que estará permanentemente conectado a miles de ordenadores y podrá acceder en tiempo real a cualquier información disponible.
El pensamiento humano se convertirá en un híbrido de pensamiento biológico y no biológico
Ray Kurzwell, una de las mentes más lúcidas de Silicon Valley, expuso por primera vez su idea del pensamiento híbrido en 2015 durante una conferencia celebrada en Nueva York.
Ray Kurzwell (Massachusetts, USA, 12 de febrero de 1948) es un experto en Sistemas de Inteligencia Artificial y es conocido por el éxito de sus predicciones. Además es músico, inventor, escritor y empresario. Desde 2012 es director de Ingeniería en Google. En la actualidad también preside la compañía Kurzwell Technologies, cuya actividad se centra en el diseño y producción de dispositivos electrónicos de conversación máquina-humano y de aplicaciones de accesibilidad para personas con discapacidad.
En 1999 Kurzwell publicó su primer libro “La era de las máquinas espirituales”, que se convirtió rápidamente en un libro de culto. En este libro afirma que los ordenadores superarán a los mejores analistas financieros a la hora de tomar las decisiones más rentables. Desde entonces sus predicciones se han ido cumpliendo con la precisión de un reloj suizo.
Cuando en 2015 Ray Kurzwell concluyó su conferencia en la que expuso por primera vez sus ideas sobre el pensamiento híbrido, no dejó indiferente a nadie dentro de la comunidad científica. Como no podía ser de otra forma, la nueva idea empezó a correr como la pólvora entre los tecnólogos de Silicon Valley.
Según Kurzwell, el pensamiento híbrido será posible gracias al neocórtex, el área más evolucionada de nuestra corteza cerebral y que sólo está presente en los mamíferos. El neocórtex es una fina capa inundada de neuronas, que es la responsable del razonamiento humano y la encargada, entre otras funciones, de crear escenarios futuros para elegir la opción más adecuada. Gracias al neocórtex escribimos poesías, diseñamos apps o formulamos teorías. Las predicciones de Kurzwell pronostican que en 2030 podremos alojar nanobots en el neocórtex. Esos nanobots, diminutos robots que podrán fabricarse con filamentos de ADN, permitirán conectar nuestro cerebro a un gigantesco neocórtex sintético formado por los miles de ordenadores que se encuentran en la nube, multiplicando nuestra inteligencia y creando una nueva forma híbrida de pensamiento, mitad biológico, mitad robótico.
¿Está la humanidad preparada para un pensamiento híbrido?
Sin duda la idea del pensamiento híbrido plantea profundas cuestiones morales. ¿Perderemos nuestra capacidad de emocionarnos? ¿Nos alejaremos de nuestro pensamiento consciente? ¿Nos convertiremos finalmente en robots? ¿Dejaremos de tener voluntad? ¿Seremos fácilmente manipulables?
Por otro lado este nuevo tipo de pensamiento ofrecerá numerosas ventajas. En décimas de segundo accederemos a cualquier información: rutas en Google Maps, datos en Wikipedia, charlas TED, redes sociales, traductores, bases de datos, etc. Nuestro conocimiento no tendrá límites y seremos capaces de tomar decisiones con márgenes de error casi inexistentes. Además la capacidad de nuestro cerebro crecerá al ritmo que aumenten los datos disponibles en la nube.