empresa-pymes

¿Qué es una gran empresa?

Por mi ascendencia gallega diré, depende. Y diré, depende, porque en función de a quién preguntes te responderá una cosa u otra. Por ejemplo, un “negacionista” dirá que gran empresa es aquella que no es una PYME, y se quedará tan pancho. Un “calculín”, dará muchas vueltas en torno a la consideración a efectos de IVA o a efectos de Impuesto de Sociedades o en función del número de trabajadores y te aburrirás antes de que termine. Un “soñador” dirá que es a lo que aspira y te hablará de sus ideas, en otras palabras, saldrá por peteneras. Un pelota, lo que diga el jefe; un parado, el SEPE; un megalómano, la de más metros cuadrados… Y así, por tanto, volverás a casa sin haber obtenido respuesta, y muchos “depende”.

Pero, ¿y si nos olvidamos de dependes y pensamos un poco? Ya lo dijo Sir Francis Bacon: Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde

Todos sabemos que una empresa está integrada por personas y que estas piensan, sienten, se relacionan, tienen sueños, aprenden, crecen… Además, añadimos que una gran persona es aquella que respeta a los demás, que está dispuesta a ayudar, sabe escuchar, se anticipa, se adapta a cualquier entorno,  disfruta de lo que hace, es feliz y hace felices a los demás…

empresa-pymes-3

Por tanto, una empresa integrada por grandes personas no tardará mucho en convertirse en una gran empresa. Y llegará a serlo porque las grandes personas con las que cuenta harán que aquella avance y evolucione, que sea flexible y se adapte a los cambios, que crezca, que se anticipe…Y todo ello sin contemplar la importancia del tamaño basado en aspectos cuantitativos.

El otro día me preguntaban que entendía yo por “hacer empresa”. Si profundizamos un poquito, no se trata solo de disponer de trabajadores comprometidos, ni de arrimar el hombro cuando la producción lo requiere, sino que esta capacidad, es un compendio de otras muchas cosas y el primer paso, siempre van a tener que darlo las personas que se han convertido en el referente para los demás dentro de la empresa. Hacer empresa, al final, es conseguir que todas las personas que forman parte se sientan y sean felices con lo que hacen.

Pero sigamos con el concepto Gran Empresa que es el que nos atañe en este pequeño espacio y, si me permitís utilizaré un paralelismo con los pasos que hemos dado en nuestra empresa, en Mediapost Group.

Para llegar a ser una gran empresa lo primero que debe tenerse claro, eso los sabemos,  es la visión y la misión, porque ambas nos guiarán para dar los siguientes pasos. Pero no vamos a hablar de planes estratégicos ni objetivos corporativos, de eso hay mucho escrito ya. Nos vamos a centrar en las personas que son realmente lo que hace que una compañía exista, sobreviva.

En Mediapost estamos en fase de convertirnos en una gran empresa y digo, estamos aún en ese camino, porque siempre nos quedarán pasos que dar. Cómo estamos avanzando, es lo que queremos compartir en este artículo.

Primero, contamos con un equipo de personas, que se ha ido construyendo a lo largo de todos estos años que es diverso en cuanto a edad, sexo, país de origen, cultura, perfil, funciones, responsabilidades. Esta diversidad ha ayudado a disponer de diferentes perspectivas a la hora de ir construyendo nuestra identidad.

empresa-pymes-2

Segundo, las personas han ido ganando importancia en Mediapost lo que ha permitido que podamos decir que somos una empresa con sentimientos, con valores y sobre todo, y esto es importante, porque continuamos trabajando en ser una empresa con sensibilidad.

Hemos ido construyendo un fuerte armazón que se apoya en dos bases fundamentales: La primera, hemos ido desarrollando personas para convertirse en referentes (tanto dentro como fuera de la empresa) en torno a unas competencias y unos valores bien definidos. La segunda, hemos ido desarrollando canales de interacción con las personas, con los trabajadores, dándoles voz en muchas de las decisiones de la empresa, implantando un modelo de confianza, de colaboración, de reconocimiento.

Tercero, lo que nos rodea nos importa y mucho. Nuestros clientes son importantes, estamos para ayudarles a alcanzar sus ilusiones, sus sueños; nuestros proveedores están siempre presentes porque ellos nos ayudan a nosotros a convertirnos en algo más que una empresa, les escuchamos, les facilitamos su trabajo y les pagamos en tiempo y forma. También la sociedad a la que pertenecemos forma parte de nuestro sentido de ser y por ello respetamos el medio ambiente, colaboramos con proyectos humanitarios o trasladamos ideas que dan pie a pensar.  No podemos olvidar a los accionistas a los que se tiene siempre presentes en forma de retorno a su inversión, a su riesgo, a su apuesta por nosotros.

Cuarto, disponemos de un marco de referencia. Una empresa no puede llegar a ser grande si no tiene definidas unas pautas mínimas. En nuestro caso, por ejemplo, disponer de un convenio colectivo propio, adecuado a nuestras actividades, a nuestras personas, que se aleje de la esclavitud de los convenios sectoriales provinciales o nacionales, nos ha permitido disponer de un marco de referencia, decíamos, que desarrolla aspectos que facilitan la conciliación entre vida laboral y personal, que establece las bases para una participación de los trabajadores en los beneficios de la empresa, que habla de desarrollo de personas,…

Quinto, hemos ido aprovechándonos de los avances tecnológicos tanto para aportar soluciones a los clientes como para ayudar a nuestros colaboradores externos a hacer su trabajo y, lo más importante, para poder desarrollar nuestras responsabilidades de una manera más ágil y cómoda.

Sexto, provocamos a las personas para que hablen, para que aporten sus ideas. Nuestro sistema de valoración es ante todo una herramienta de comunicación, su nombre lo dice todo, se llama “Conversa”. Hemos desarrollado sistemas de recopilación de información sobre los sentimientos, las sensaciones, los pensamientos, las ideas y las expectativas de nuestras personas y no se ha quedado solo en eso, además hemos puesto en marcha proyectos a partir de esas ideas, siendo las propias personas que conforman Mediapost quienes provocan y participan en su implantación.

Séptimo, la inversión en formación cuenta con un importante respaldo económico y con unos objetivos claros de desarrollar personas, de adquirir conocimientos y habilidades para absorber responsabilidades (todos somos responsables), de fidelizar el talento, de compartir el conocimiento, de confiar en el otro…

Octavo, en Mediapost se da importancia a los conceptos, a cómo se han de llamar las cosas para que transmitan lo que realmente se pretende. No son conceptos vacíos, todo lo contrario. Por ejemplo, mi departamento se llama Personas y Valores, no Recursos Humanos; el puesto de Director General se denomina Responsable Global (claro que dirige pero lo más importante son las responsabilidades que asume para con sus colaboradores estando al frente de la compañía), la política de responsabilidad social corporativa se llama “ideas Imprescindibles”, la herramienta de valoración, ya lo hemos dicho, Conversa; una de las herramientas de gestión en la unidad de negocio Geobuzón se llama Génesis, con el propósito de demostrar que es el principio de un cambio en la forma de entender una actividad poco valorada en el mercado, como es la distribución de folletos y catálogos…

Noveno, somos una empresa que se apoya en dos valores fundamentales: La coherencia. Porque cumplimos lo que decimos, lo que nos hace personas de acción, directas, claras y transparentes. La confianza, porque se deja hacer apoyándonos en una máxima, si tienes dificultades levanta la mano, siempre habrá alguien para ayudarte.

Décimo, y no por ello la menos importante, en nuestro hacer siempre tenemos una compañera de viaje inseparable. La ética.     

Dicho esto, podemos decir que aún no hemos conseguido ser del todo, una gran empresa, porque aún nos faltan muchas cosas que hacer respecto a conseguir la FELICIDAD DE LAS PERSONAS que forman parte de Mediapost.

Pero estamos tranquilos porque seguimos pensando y somos conscientes de que tenemos una ventaja porque como decía Henry Ford, “pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá esa sea la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen”.

Juanjo Valle-Inclán | Responsable de Personas y Valores | Mediapost Group
Publicado en el nº 13 de la revista Ideas Imprescindibles