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El nuevo poder

Nuevos partidos y nuevos escenarios políticos confirman la llegada de una nueva era que desconcierta e ilusiona a partes iguales. Las instituciones tradicionales muestran signos de agotamiento y nuevas ideas se abren paso en la economía, la empresa y la política. ¿Ha llegado el momento de replanteárselo todo?

¿Qué tienen en común Anna Hazare, un activista social indio de 78 años, la plataforma Kickstarter y Bernie Sanders, un candidato a la presidencia de los Estados Unidos que se autodenomina socialista?

Los tres están integrados dentro de lo que podríamos denominar un nuevo paradigma; los tres plantean modelos disruptivos, los tres son únicos en sus disciplinas y ninguno de los tres deja indiferente a nadie.

Anna Hazare es un activista social conocido por su lucha contra la corrupción en la India. Sus métodos se inspiran en Gandhi y en los últimos años ha logrado importantes conquistas, como la aprobación de una ley anticorrupción y la creación de la figura del Defensor del Pueblo.

En 2011 Anna Hazare inició una huelga de hambre para luchar contra la corrupción que imperaba en las instituciones de la India. Pronto entendió que su huelga de hambre no iba a tener la repercusión necesaria y decidió adaptarse a los nuevos tiempos. En una decisión sin precedentes, Anna Hazare publicó anuncios pidiendo a la gente que le enviaran una llamada perdida si estaban de acuerdo con su lucha. En pocos días recibió 35 millones de llamadas. Anna Hazare utilizó luego esos números de teléfono para convocar manifestaciones a las que acudían millones de personas que compartían su lucha. A sus 78 años Anna Hazare fue capaz de movilizar a las masas a través de los móviles y reunió a varios millones de personas en las calles de Delhi.

Kickstarter es una plataforma de crowdfunding para artistas, músicos, cineastas y diseñadores que ha recaudado desde su fundación en 2009 más de 2.000 millones de dólares. Kickstarter es una inmensa comunidad global de más de 9 millones de personas que apuestan por el talento y la creatividad y que aportan su dinero para la financiación de proyectos artísticos y culturales. Incluso alguno de sus proyectos ya ha ganado un Oscar de Hollywood.

Y por último, Bernie Sanders no es un político al uso. A sus 74 años ha decidido postularse como candidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata. A diferencia de otros candidatos, que para anunciar sus ambiciones presidenciales celebran grandes actos públicos, Sanders dio a conocer su candidatura subido a un podio del jardín que rodea al Capitolio de Washington. En el país que encarna el capitalismo por excelencia, Bernie Sanders se declara “socialista”, es un enemigo confeso de las grandes corporaciones y defiende las políticas sociales, la subida del salario mínimo y la lucha contra el cambio climático. A Bernie Sanders muchos le conocen como “el candidato de los hipsters” y la mayoría de sus seguidores son menores de 30 años. Hasta el momento ha recaudado más de 20 millones de dólares para su campaña electoral, en su mayoría, provenientes de contribuciones realizadas por internet que no superan los 28 dólares. Anna Hazare, Kickstarter y Bernie Sanders son tres ejemplos de una nueva forma de ejercer el poder que está desbancando a la vieja política. ¿Pero cuáles son los rasgos principales de este nuevo modelo?

1. Más influencia, menos experiencia

Por encima de la experiencia, el nuevo poder busca personas conectadas. Una persona hiperconectada es una persona influyente. Los políticos jóvenes cometen errores derivados de la inexperiencia, pero a cambio sus opiniones pueden movilizar en segundos a cientos de miles de personas. Para muchos jóvenes el conocimiento de los políticos más experimentados se considera caduco e inútil en la sociedad digital.

2.  Imaginación al poder

El nuevo poder busca la sorpresa y rompe las reglas continuamente. Las campañas políticas se basan en nuevos formatos, más participativos, más corales. Los nuevos partidos cuentan con el apoyo de artistas, diseñadores o músicos que participan gratuitamente creando carteles, canciones o vídeos. Algunos analistas ya califican a este movimiento como “artivismo”.

3. El mundo entero es un medio de comunicación

Las campañas de los nuevos partidos utilizan la TV, los móviles, la calle o las redes sociales para lanzar sus mensajes. Para los políticos del nuevo poder cualquier medio es válido para trasladar sus mensajes a la opinión pública. En campaña electoral, muchos políticos se graban vídeos y los suben casi a diario a sus plataformas sociales.

4. Las redes sociales son el campo de juego

Las batallas electorales hoy se libran en las redes sociales. En el nuevo poder los votos se ganan a golpe de tweet. Además herramientas como Tumblr o Reddit se están convirtiendo en Estados Unidos en esenciales para los partidos políticos. Bernie Sanders cuenta con casi 3 millones de fans en Facebook; aquí en España, Pablo Iglesias tiene más de un millón y medio de followers en twitter.

5. No hay nada centralizado

Las estructuras jerarquizadas y verticales se están mostrando ineficaces en el mundo actual, globalizado e hiperconectado. Los partidos políticos más recientes se organizan en redes donde conviven varias corrientes y varios liderazgos. La transversalidad, la transparencia y la participación son los tres pilares fundamentales de la nueva política.

6. El dinero no lo es todo

Los nuevos partidos políticos se financian con fórmulas como los microcréditos o el crowdfunding. Muchos sobreviven sin el sostenimiento de bancos o grandes corporaciones, lo que les otorga una independencia que resulta incómoda para el establishment.

7. Juventud, divino tesoro

Algunos líderes políticos de la nueva hornada son insultantemente jóvenes, incluso algunos no llegan ni a los treinta años. Y las excepciones como Bernie Sanders en USA o Manuela Carmena en España tienen detrás a un ejército de jóvenes.

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Artículo escrito por Jesús Vázquez • Publicitario contracorriente, fundador de Materiagris, agencia especializada en ONGs, fundaciones, emprendedores y empresas con vocación social • www.materiagris.es

Publicado en el nº 9 de la revista Ideas Imprescindibles

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¿Debemos dejar la política en manos de los políticos?

Hace más de dos mil años, Platón escribió que “el único estado, el estado justo y real, debe estar gobernado por aquellos que miran hacia arriba, por aquellos que basan el gobierno de un estado en la idea de Bien y de Justicia”. Platón definió a estos hombres como “los hombres que viven a la luz del día”. Por contra, para el filósofo ateniense, existían “los hombres que viven entre sueños”, aquellos que “basan su gobierno en un enriquecimiento propio, ansiosos de poder, cargados de avaricia”.

Por desgracia, la Historia ha demostrado que en demasiadas ocasiones las instituciones del poder se han convertido en el cortijo privado de políticos corruptos y sus amigos.

En la mayoría de las democracias, la figura del político profesional se ha consolidado frente a la figura del político ocasional. Desde su juventud han dedicado su tiempo al desempeño de funciones dentro de las instituciones públicas, como parlamentarios, concejales, altos funcionarios, asesores o directivos de empresas públicas. Debido a la pasividad de una mayoría indolente, las estructuras del poder han sido ocupadas, lenta pero inexorablemente, por una red de personas, en algunos casos de dudosa moral, que han convertido la política en su profesión y que, de paso, la han utilizado como plataforma para impulsar actividades paralelas. En España – y en esto “Spain is not different” – política y negocios siempre han ido de la mano, y la corrupción es su expresión más descarnada, pero no la única.

Sin embargo, no debemos incurrir en el error de responsabilizar sólo a estos políticos profesionales de la situación que vivimos. Una parte de esa responsabilidad, en realidad, la mayor, reside en la ciudadanía, ese electorado dócil y complaciente que pone en manos de otros las decisiones que afectan a su propia vida. Quizás haya llegado el momento de cuestionarnos el concepto de representatividad, tal y como ahora lo conocemos.

Desde las primeras sociedades, la política ha sido escenario de corruptelas, intrigas palaciegas, abusos de poder y hasta crímenes. Y los experimentos que se iniciaron con revoluciones populares no invitan tampoco a ser optimistas, ya que tampoco cristalizaron en instituciones más honradas o eficientes.

¿Debemos dejar entonces en manos de los políticos las decisiones que afecten a nuestras vidas o es más conveniente que asumamos nosotros mismos esa responsabilidad por la cuenta que nos trae?

En las listas de los partidos que concurren en España a las próximas elecciones autonómicas y municipales figuran poetas, actores, profesores, escritores o jueces. El actor catalán Juanjo Puigcorbé se presentará como número 2 de la lista de ERC a las elecciones municipales de Barcelona;  el actor y director Alberto San Juan se presentará por Podemos en Madrid; el poeta Luis García Montero será el candidato de Izquierda Unida a la Presidencia de la Comunidad de Madrid; la escritora Ángeles Caso formará parte de la lista de Podemos en Oviedo: la exjuez Manuela Carmena será la candidata de Podemos a la Comunidad de Madrid. Este desembarco de figuras de la cultura o de la judicatura es probable que sea considerada una intromisión por esa red de políticos profesionales que ven peligrar sus privilegios, pero en realidad ésa es la esencia de la democracia y nos devuelve una pureza que se había intoxicado con tantos excesos y escándalos. Ese paso al frente es una forma de tomar partido, una manera de asumir la responsabilidad de ser dueños de nuestras propias vidas, y es sobre todo, un síntoma de madurez.

Quizás haya llegado el momento de llenar las instituciones de maestros, de médicos, de pintores, de músicos, de cocineros, de taxistas, de estudiantes. Quizás hayamos rendido un culto inmerecido al becerro de oro de la gestión y debamos poner el foco en la felicidad de las personas. En la implicación de todos es probable que resida la clave para devolver la legitimidad al arte de la política. Si no es para garantizar el bienestar del pueblo, ¿para qué vale entonces la política?

Delito de silencio

07-A-Blog-Ideas-Imprescindibles-post-delito-de-silencio«El clamor popular debe cambiar el mundo», “que nadie que sepa hablar siga callado”, «nos tenemos que preocupar de que no haya esta desigualdad extrema». Estos son algunos de los mensajes que Federico Mayor Zaragoza nos dejó ayer en su conferencia Delito de Silencio en CaixaForum. Como señala Jorge Tamames en su artículo Federico Mayor Zaragoza, indignado pero esperanzado, el poeta, político, director general de la UNESCO entre 1987 y 1999, y presidente de la Fundación Cultura de Paz combinó la crítica y la denuncia con una nota de esperanza.

En su crítica se repasaron muchos temas: desde la falta de decisión de los estados a la hora de tomar medidas contra el cambio climático hasta el papel de la mujer en la política y en la sociedad pasando por el hambre en el mundo o el reparto desigual de los recursos. Mayor Zaragoza hizo especial hincapié en la libertad de expresión que tenemos actualmente gracias a las nuevas tecnologías y las enormes posibilidades de participación ciudadana que nos ofrece. La importancia de no quedarse en silencio ante las injusticias y la desigualdad extrema que sufrimos en el mundo.

En el artículo mencionado también se recoge un tema fundamental de la conferencia: el gasto mundial en armamento. Datos alarmantes como que «se derrochan 4.000 millones de dólares al día en armas, y que países como India se convierten en los mayores importadores de armamento del mundo, el gasto militar supone una inversión intolerable». También se destaca que «España, a pesar de su escaso gasto en defensa, es el séptimo exportador mundial de armamento».

A pesar de las críticas, el optimismo también fue protagonista. Mayor Zaragoza reivindicó el gran valor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Carta de la Tierra de Naciones Unidas y se mostró confiado en que surgirán nuevos líderes capaces de representar el poder ciudadano. Pero sobre todo nos transmitió la idea de que cualquier ciudadano tiene la capacidad de levantar su voz y de que de todos depende cambiar el mundo.

¡Muchas gracias a Federico Mayor Zaragoza y a todos los asistentes!

 

Podéis leer el artículo de Jorge Tamames haciendo clic aquí.