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Entrevista a Victor Küppers: “Vivir la vida con entusiasmo significa vivir la vida con sentido”

El pasado noviembre Ideas Imprescindibles tuvo la suerte de contar con Víctor Küppers para la celebración de la conferencia “Vivir con Entusiasmo”. Su visión optimista sobre la vida y sus agudas reflexiones cautivaron a las más de 200 personas que asistieron al Valkiria Hub Space.

Durante esos días pudimos compartir con Víctor Küppers anécdotas, opiniones y más de una confidencialidad. A continuación, publicamos una pequeña entrevista que le realizó Paco Sosa, Responsable de Comunicación de Mediapost Group – la compañía impulsora de Ideas Imprescindibles – y que tuvo lugar pocas horas antes de su conferencia.

P.S. Dicen que hay mucha gente que le gustaría cambiar el mundo pero que no muchos quieren cambiarse a sí mismos…

V.K. Sí, sí, es una frase que más allá de tener gracia por el juego de palabras, deberíamos pararnos a pensarla con calma porque tiene mucho fondo. A todos nos gustaría que el mundo fuera mejor, que no estuviera dominado por la codicia, la avaricia, el egoísmo o la injusticia, pero debemos ser conscientes que lo único sobre lo que podemos influir es nuestra manera de ser, y que si queremos que el mundo sea mejor, lo único que está en nuestras manos es ser mejores personas, menos movidas por la codicia, la avaricia, el egoísmo o la injusticia. Si cada uno se centrara en sí mismo, en ser mejor persona, el mundo sería sin duda mejor ;-). Gandhi decía que “hay que ser el cambio que queremos ver en el mundo” y que “si cada uno limpiara mejor su trozo de acera, en lugar de quejarse por lo mal que limpian los vecinos, la calle estaría mucho más limpia”. Al final, ése es nuestro gran reto en la vida, luchar cada día, en cada instante, para ser la mejor persona que podemos llegar a ser. Es una lucha constante, pero muy gratificante ;-).

P.S. Vivir la vida con entusiasmo, tiene que ver con ser positivo, reír, abrazar, comprender…

V.K. Vivir la vida con entusiasmo significa, para mí, vivir la vida con sentido. Para todos es muy importante encontrar qué sentido tiene la vida para nosotros. Cuando uno encuentra el sentido, el objetivo que tiene en esta vida, entonces ésta se convierte en una aventura fantástica, brutal.

P.S. ¿Cuáles son los secretos según tu experiencia?

V.K. Para mí, creo que es buscar un norte. El mío ha sido y es mi Dios que da sentido a mi vida y leer el Evangelio, me ha ayudado a entender que el objetivo en la vida es elegir en cada instante la mejor actitud posible, con las circunstancias que tenemos. No podemos cambiar las circunstancias, no las controlamos, pero sí podemos elegir siempre, siempre, nuestra actitud; ésa es nuestra gran libertad como personas, y al mismo tiempo, nuestra gran responsabilidad.

P.S. Hablas muchas veces de la actitud como elemento multiplicador de la felicidad propia y ajena. ¿Conseguir ser feliz y hacer felices a los demás sería nuestro paradigma o al menos nuestro viaje a Ítaca personal?

V.K. Elegir la actitud sólo depende de nosotros, no hay excusas, y eligiendo la mejor, en cada instante, vamos haciendo de nuestra vida una obra de arte. Para elegir la mejor actitud en cada momento hay que hacerse estas dos preguntas: ¿cómo puedo ser una persona mejor? Y ¿cómo puedo ayudar a los demás? Hay una frase de la Madre Teresa de Calcuta que a mi me ayuda mucho a trasladar estas buenas intenciones a la práctica: “que nadie se acerque jamás a ti sin que al irse se sienta un poco mejor y más feliz”. Me parece brutal. Si uno intenta aplicarla .

“Pues eso, cada vez que hablo con Victor Küppers, me siento un poco mejor y más feliz…”

10 consejos para reducir el estrés

10 consejos estrés

Marguerite Yourcenar escribió que “conocer bien una cosa es liberarse de ella”. Lo peor del estrés no es padecerlo, lo peor del estrés es padecerlo sin ni siquiera saberlo. El estrés puede ser un enemigo invisible y desconocido que hay que detectar para luego combatirlo con las herramientas adecuadas. Sólo reconociendo sus causas, síntomas y consecuencias, podemos evitar el daño que nos causa.

¿Padeces alguno de estos trastornos? ¿Hipertensión arterial, taquicardias, asma bronquial, hiperventilación, úlcera péptica, colitis ulcerosa, estreñimiento, sudoración excesiva, dermatitis, tics, temblores, contracturas, impotencia, eyaculación precoz, miedos, fobias, depresión o alteraciones del sueño?

Si la respuesta es sí, es muy posible que la causa de ese trastorno se encuentre en el estrés. Y a mayores dosis de estrés, menores dosis de felicidad. ¿Y quién no quiere ser más feliz?

A continuación te planteamos 10 consejos para reducir el estrés:

1. Simplifica tu vida

Deshazte de las cosas inútiles y superfluas. Haz tu vida lo más simple posible. Elimina objetos, compromisos e incluso personas que no necesitas para nada. Haz una buena limpieza en tu ordenador. Vende o regala los libros, discos y DVDs que ni recordaba que tenías. Regala la ropa que ya no usas, vacía los cajones, los trasteros.

2. Aprende a relativizar

La mayoría de las cosas que nos preocupan nunca llegan a suceder. Evita preocuparte antes de tiempo y ocúpate cuanto antes de los asuntos que dependen de ti. Y cuando lleguen los problemas, míralos desde nuevos ángulos. Prácticamente todo tiene solución. Un proverbio chino reza “Si lo que te preocupa tiene solución, ¿por qué te preocupas? Y si no la tiene, ¿por qué te preocupas?”.

3. Respira adecuadamente

El estrés provoca una respiración agitada y superficial, que te impide absorber el oxígeno que tu cuerpo necesita. Una respiración adecuada oxigenará cada uno de los tejidos de tu cuerpo. Además llevará bienestar a todos los rincones de tu cuerpo y te mantendrá más relajado y sereno.

4. Abarca sólo lo que puedas

No intentes asumir tareas o compromisos que es muy probable que no puedas cumplir. La insatisfacción que te producirán esos fracasos aumentará tus niveles de estrés y además perforará tu autoestima. Delega, aprende a decir “no”, y acepta tus limitaciones.

5. Haz ejercicio

El ejercicio diario, combinado con una dieta equilibrada y unos hábitos saludables te ayudará a eliminar el estrés de tu vida. Practica un deporte, cuida tu alimentación y duerme las horas que tu cuerpo necesita.

6. Organízate

La desorganización favorece el caos y la inestabilidad. Ordena tu mesa, el escritorio de tu ordenador, tus papeles. Mantén tu casa limpia y ordenada. Crea un sistema sencillo que te permite poner organizar tus tareas y documentos. Las personas organizadas no pierden tiempo buscando y no se ponen nerviosas al no encontrar sus cosas.

7. Enfócate

Céntrate en lo importante. Delega o abandona las labores secundarias o innecesarias. Pon toda tu energía en las tareas que de verdad merecen tu atención. No hagas varias cosas a la vez. Vive el momento presente. Cuando hagas algo, sea lo que sea, entrégate a ello. En ese momento, lo demás no importa.

8. Sé optimista

Una actitud positiva es la llave para encarar cualquier situación. Lo que cuenta en la vida no es lo que te pasa, sino cómo te afecta lo que te pasa. El optimismo te ayuda a crear una realidad mucho más alegre y productiva. Y el optimismo se ejercita cada día. Empieza por sonreír.

9. Cuida tu dinero

El dinero, o mejor dicho, la falta de dinero, es una de las principales causas de estrés. Una buena planificación financiera y un control de tus gastos te aportará un conocimiento más profundo de tus finanzas y te evitarás sustos y sobresaltos que te pueden salir muy caros. Aprende a gestionar con eficacia tus finanzas.

10. Cuida tus relaciones

No mantengas relaciones tóxicas. Las personas negativas, tristes, aburridas y quejicosas absorben tu energía y te contagian su negatividad. Rodéate de personas alegres, optimistas y generosas. Llenarán tu vida de energía positiva.

De sueños recuperados

En una sociedad que se encuentra dormida, deberíamos despertar aquello que ruge en nuestro interior.

Hace unos días quedé con un amigo de la facultad que estaba de visita en España. La crisis que nos asola hizo que hace un año y medio Darío dejase Madrid para buscar un hueco entre los periodistas de Chile. La búsqueda de una oportunidad, de progreso, de su profesión o, mejor dicho, de su sueño le dieron alas hasta ese país sudamericano que, según él, es el paraíso.

En la pequeña charla que tuvimos en una cafetería de Malasaña me hablaba de lo difícil que fue el viaje, la adaptación a un nuevo país, de las barreras burocráticas, del rechazo de algunos al inmigrante. Casi con lágrimas en los ojos me contaba cómo vivió los primeros meses y de cómo por su cabeza pasó la idea de volver a España y dejar así sus deseos de trabajar como periodista metidos en un cajón que no volvería a abrir. Y cuando pensó que todo estaba perdido, que era la hora de coger el avión de vuelta a nuestro país, llegó la oportunidad. La primera parte del sueño.

Comenzamos a hablar entonces de la sociedad dormida que nos rodea. Una sociedad a la que le da vergüenza enseñar los valores que le caracterizan, a la que parece que no le importa renunciar a sus sueños. Una sociedad que se ha olvidado de luchar. Recordaba entonces una conversación que tuve antes de acabar el año con uno de mis mejores amigos. Llevaba viendo a Rober mucho tiempo desmotivado, triste. Después de cinco años trabajando en una importante consultora, su vocación de escritor tenía que salir a flote.

– Vivo amargado, no sé que pinto ahí.

Llego al trabajo, enciendo el ordenador y tras ocho eternas horas salgo de la oficina con la sensación de haber perdido ocho horas de mi vida.

Su sueño siempre fue ser escritor. En la facultad siempre fantaseábamos con nuestras historias ficticias que cobraban vida entre cafés y partidas de mus. Creábamos personajes con tanto carácter y personalidad que eran capaces de ayudarnos con esas largas partidas de cartas en la cafetería de la universidad. Con auténtica pasión, hacíamos que esos personajes hablasen, bailasen, viajasen y que se enamorasen. Todos los días tenían nuevas historias que contar, casi nos fusionábamos con todos esos protagonistas de historias escritas por novatos, haciendo que nos conociesen como los bohemios (y locos) del edificio diez. Y nos encantaba. Después de muchas hojas llenas de frases y tachones ya no escribíamos historias. Escribíamos sueños.

– ¿Por qué no te tomas un tiempo para ti? Descansa la mente y, con lo que tienes ahorrado, tómate un tiempo y comienza a escribir de nuevo. Envía los escritos a revistas y editoriales. Puede que tu cansancio sea el aviso para que empieces de cero, para que empieces de nuevo…

Podéis leer el artículo completo en nuestra revista digital gratuita, haciendo clic aquí.

Por Elsa Moure.