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¿Te quedarás sin trabajo por culpa de un robot?

Sundar Pichai, el nuevo CEO mundial de Google, afirmó en una conferencia pronunciada a principios de este año en Davos (Suiza), que la Inteligencia Artificial iba a suponer para nuestra sociedad una revolución comparable a lo que significó hace casi un millón de años la invención del fuego. ¿Está cerca el día en que todos seremos sustituidos por robots en nuestros trabajos? 

Ya en 1948, Norbert Wiener, al que se conoce como el padre de la cibernética, alertó del peligro que suponía la tecnología para el empleo, e incluso propuso indemnizar a los trabajadores que perdieran su puesto de trabajo. Hace unos meses el reconocido periodista británico Paul Mason se atrevió a predecir que dentro de 30 años “entre el 40 y el 50% de los trabajos desaparecerán y serán automatizados, sobre todo en el comercio y en trabajos de oficina”.
Inteligencia Artificial iba a suponer para nuestra sociedad una revolución comparable a lo que significó hace casi un millón de años la invención del fuego

No se trata de un fenómeno nuevo. A lo largo de la historia se han sucedido situaciones comparables en las que los avances tecnológicos provocaron cambios en los procesos de producción, que tuvieron como una de sus consecuencias la pérdida de numerosos puestos de trabajo, e incluso la desaparición de profesiones específicas. Por ejemplo, la revolución industrial cambió por completo el proceso de producción textil, ya que antes se necesitaba una enorme fuerza de trabajo, y gradualmente fue siendo sustituida por máquinas, sobre todo en fases como el hilado y el tejido. Tampoco la agricultura fue inmune a la irrupción de las máquinas. Primero fueron las segadoras mecánicas y los arados arrastrados por caballos los que reemplazaron en su día al trabajo manual; y posteriormente los tractores y las cosechadoras mecánicas convirtieron en prácticamente innecesario el uso de mano de obra en la agricultura. A estos sectores pueden sumarse muchos otros, como la industria automovilística, la metalurgia, la alimentación, las artes gráficas o el comercio. 
 
En la actualidad la omnipresencia de los ordenadores, los sistemas informáticos, las bases de datos y los smartphones han acabado de configurar un escenario donde cada vez son menos necesarias las personas para realizar tareas complejas. Si no lo crees, contesta a cualquiera de estas dos preguntas: ¿Cuándo fue la última vez que pisaste una sucursal bancaria? ¿O cuánto tiempo hace que no vas a una agencia de viajes? 
 
Sin embargo, la historia se empeña en demostrar que el progreso tecnológico no significa necesariamente pérdida de puestos de trabajo. Muy al contrario. De hecho, los datos demuestran que a medida que aumenta la automatización, suelen aumentar la productividad y el empleo. También los avances tecnológicos suelen causar un incremento del grado de especialización, descargando a los profesionales de tareas mecánicas y rutinarias y permitiéndoles enfocarse en las toma de decisiones. Por ejemplo, las radiografías o las pruebas médicas permiten a los especialistas médicos centrarse en el establecimiento de diagnósticos más certeros. La pregunta que surge a continuación es inevitable: ¿Podrá la inteligencia artificial establecer los diagnósticos que realiza hoy un médico? 
 
Podrá la inteligencia artificial establecer los diagnósticos que realiza hoy un médico

Según un estudio realizado por la consultora PwC en 2030 el PIB mundial crecerá un 14% como consecuencia de los efectos en la productividad y el consumo de la Inteligencia Artificial. Ese 14% supondrá unos 15,7 billones de dólares, y de esa cantidad, 6,6 billones de dólares se generarán por el incremento de la productividad y 9,1 billones por los efectos del consumo. Según dicho estudio, los sectores de Salud y Automoción serán los más afectados por el impacto de la Inteligencia Artificial. Por ejemplo, las aplicaciones más significativas en el ámbito sanitario se producirán en el área de la diagnosis, realizando análisis de datos de grandes grupos de pacientes, en la identificación temprana de pandemias y en la diagnosis por imagen.
 
Según un artículo publicado en The New York Times, la Inteligencia Artificial mejora la lectura de escáners que realizan los propios radiólogos. La empresa Arterys comercializa ya un software que realiza en tan solo 15 segundos el análisis de una resonancia magnética que muestra el flujo de sangre al corazón, mientras que un humano necesita unos 45 segundos para realizar el mismo análisis.

Según publicó la revista Scientific American ya existen robots que asisten a los cirujanos en los quirófanos en los transplantes de órganos. En 2016 un experimento demostró que un prototipo denominado STAR (Smart Tissue Autonomous Robot) fue más rápido que un equipo de cirujanos en realizar una operación de intestino realizada en un cerdo.

Compañías como JPMorgan Chase ya están utilizando software para escanear documentos legales con el objetivo de detectar las partes más relevantes y la empresa Kira Systems ha desarrollado un programa que ha reducido entre un 20 y un 60% el tiempo de lectura que dedican los abogados a la revisión de contratos.

los sectores de Salud y Automoción serán los más afectados por el impacto de la Inteligencia Artificial

Un estudio realizado por el Departamento de Ingeniería de la Universidad de Oxford concluyó que el 47% de los empleos actuales corren el riesgo de desaparecer víctimas de la automatización dentro de una o dos décadasMartin Ford, un especialista en el impacto de la Inteligencia Artificial y autor del libro “Rise of the Robots: Technology and the Threat of a Jobless Future” afirma que los empleos más vulnerables son aquellos basados en tareas repetitivas y predecibles, sin importar la clase de entrenamiento que requieren
 
En este contexto, las profesiones que requieren un pensamiento creativo se desmarcan como las más resistentes al impacto de las tecnologías de Inteligencia Artificial. A pesar de los espectaculares avances alcanzados, la creatividad humana sigue resultando por el momento una cualidad insustituible.