Borja Vilaseca

Borja Vilaseca y el eneagrama de la personalidad

¿Por qué nuestra personalidad es como es? ¿Realmente sabemos quiénes somos? ¿Somos producto de nuestras circunstancias o de cómo hemos interpretado subjetivamente dichas circunstancias? A través del eneagrama podemos llegar a un área de mayor satisfacción y sabiduría. Nuestro imprescindible Borja Vilaseca publica en su canal de Youtube una serie de vídeos donde nos explica qué es, cómo funciona y para qué sirve una herramienta de autoconocimiento llamada Eneagrama de la personalidad.

Borja Vilaseca es un profesional multidisciplinar. Como periodista, publica artículos de psicología práctica de forma regular en El País Semanal. Como emprendedor, desde 2009 dirige el Máster en Desarrollo Personal y Liderazgo de la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona. Como escritor ha publicado cuatro libros sobre desarrollo personal: «Encantado de conocerme», «El Principito se pone la corbata», «El sinsentido común» y «Qué harías si no tuvieras miedo». Como conferenciante, imparte unas setenta y cinco ponencias al año con la finalidad de fomentar un cambio de paradigma en la sociedad y en la educación. El 6 de octubre de 2010 tuvimos el privilegio de de contar con Borja Vilaseca en Ideas Imprescindibles.

«Eneagrama» es una palabra griega que significa «nueve líneas». Se trata de una herramienta de autoconocimiento, un manual de instrucciones que nos permite conocer tanto nuestro lado oscuro como nuestro lado luminoso. No nos conocemos realmente a nosotros mismos y este mapa de la personalidad nos puede ayudar a explorar en nuestro interior», explica Borja. El eneagrama describe nueve tipos de personalidad, modelos mentales en los que cada uno de nosotros podemos sentirnos reflejados. Gracias a esta herramienta, coaches, psicólogos y terapeutas pueden identificar la personalidad de cada paciente. Incluso es utilizado por escritores para crear personajes mucho más profundos y por empresas para potenciar el liderazgo y las cualidades de su equipo.

>>Más información sobre el libro y el curso «Encantado de conocerme. Introducción al autoconocimiento a través del Eneagrama» en www.borjavilaseca.com

¿Por qué todo el mundo debería viajar solo alguna vez?

Cada vez son más las personas que se lanzan a la aventura de viajar por el mundo con la única compañía de su mochila. Y sorprendentemente las mujeres son mayoría. ¿Qué es lo que impulsa a una persona a viajar sola? ¿El deseo de aventura? ¿Un nuevo rumbo en la vida? ¿Hacer amigos? ¿La búsqueda de paz interior? Los convencionalismos y el qué dirán nos suelen alejar de una experiencia tan apasionante como enriquecedora. Aquí tienes 9 conclusiones que comparten las personas que viajan solas.

1. Puedes planificar el viaje a tu gusto

Viajar solo te permite preparar tu viaje a conciencia, estudiando cada detalle. Como no tienes que compartir gustos ni preferencias puedes preparar un calendario a tu medida, visitando todos los lugares que te apetecen y realizando las actividades que más te gustan. Las semanas previas al viaje, la búsqueda de información se convierte en una tarea apasionante y al no compartir esa responsabilidad debes documentarte a fondo, por lo que vas muy preparado para tu viaje.

2. Eres dueño de tu tiempo

Cada minuto es tuyo y puedes hacer con él lo que quieres. Puedes improvisar, cambiar de plan, acelerar el ritmo, detenerte a descansar. La sensación de libertad es incomparable y aprendes a valorar mucho más el tiempo. Por ejemplo, si te gusta la fotografía puedes dedicar todo el tiempo que quieras a tu pasión sin prisas, sin mirar de reojo a los demás por si te están esperando o por si el grupo se ha alejado demasiado. Si te gusta madrugar puedes despertarte a la hora que quieras. Y si no te gusta ir de compras, puedes ahorrarte ese ritual.

3. Haces nuevos amigos

En contra de lo que pueda parecer, viajar solo es una excelente oportunidad para conocer gente. La necesidad de comunicarte te impulsa a ser más sociable y de paso a practicar tu inglés, sea cual sea tu nivel. La gente suele acercarse a ti sin reparos porque te perciben como más vulnerable. Hay mucha gente que viaja sola y suelen ser personas interesantes, la mayoría son educadas y cultas. Aprovecha los desayunos en los hoteles para entablar una conversación, las esperas en los aeropuertos o estaciones, apúntate a excursiones en grupo, y juega con los niños que te encuentres.

4. Tus experiencias son más profundas

Viajar solo te obliga a estar más presente. Tu nivel de atención se multiplica y tus sentidos se agudizan. La paz interior que experimentas te hace vivir cada momento de una forma muy especial. El silencio te acerca a lo más profundo de tu existencia y te conecta con el mundo de lo sutil. La soledad te ayuda a medir el auténtico valor de tus relaciones y cuando regresas aprecias más la compañía de tus seres queridos. Los descansos son ideales para meditar, reflexionar, leer y escribir. Viajar solo te conecta con la parte más íntima de tu ser.

5. Aumenta la confianza en ti mismo

Muchas personas dicen que ven a las personas que viajan solas como gente fracasada o que está atravesando un mal momento, pero en realidad la mayoría de las personas que dicen eso, en el fondo envidian a esos viajeros por su coraje y su libertad. Viajando solo aprendes a ser autosuficiente, te adaptas mejor a los cambios y crece tu fortaleza interior. Algunas situaciones te pondrán a prueba y las gestionarás mucho mejor de lo que te esperas. Viajar solo te obliga a salir de tu zona de confort y a enfrentarte a tus miedos e inseguridades.

6. Te conviertes en un viajero más experto

Al no contar con nadie sobre el que descargar ninguna responsabilidad o al no formar parte de un grupo que ha planificado todas las actividades, debes encontrar siempre soluciones a todos los retos que surgen: reservas, desplazamientos, hoteles, lugares que visitar, imprevistos, higiene, seguridad, etc. Aprendes trucos para desenvolverte mejor y los pones en práctica en los siguientes viajes. Con el tiempo, tu equipaje se convierte en un modelo de sencillez y eficiencia. Y verás que en cada nuevo viaje te van sobrando más cosas.

7. Controlas mejor tu presupuesto

Es cierto que viajando solo, el precio de la habitación se encarece, pero esa diferencia se compensa fácilmente. Por ejemplo, comes donde y cuando quieres, puedes incluso llevar un bocadillo en la mochila y parar a comer cuando te apetezca. Puedes alojarte en sitios muy económicos porque muchas veces sólo te detienes unas horas a dormir. No tienes compromisos que atender ni tienes que destinar dinero a actividades que no te interesan.

8. Al final del viaje te sientes más satisfecho

Aunque suene extraño, la sensación de plenitud es inmensa cuando viajas solo. Y cuando el viaje concluye, la satisfacción recorre todo tu cuerpo. En tu mente queda el recuerdo de muchos momentos inolvidables y cada experiencia supone un aprendizaje que contribuye a tu crecimiento personal.

9. Es un momento ideal para encontrar respuestas

Si necesitas deshacer un nudo gordiano en tu vida, no hay nada como pasar unos días a solas lejos de tu hogar. Las respuestas a tus dudas aparecerán en el momento justo y experimentarás una paz que te iluminará. El ruido de la vida cotidiana no nos permite ver con claridad todas las posibilidades que tenemos ante nosotros. Viajar solo te ayuda a ser quien realmente quieres ser.